De moverse en manada a convertirse en el mejor amigo del hombre. Pese a los miles de años de proceso evolutivo, que llevaron a los lobos a descender en el perro doméstico, hay comportamientos de éstos que no se han perdido con el paso del tiempo. Una de estos es el aullido.
Los perros tienen distintas formas de comunicarse: aullar, ladrar, gemir, etc. Esto según el estado de ánimo del perro.
¿Qué nos quieren decir ellos cuando aúllan?
Los aullidos son formas de comunicación verbal y existen distintos motivos por el cual el perro lo hace.
Principalmente es para llamar nuestra atención, y esto dependiendo de lo astuto que sea el perro, lleva a usar el aullido como una forma de conseguir lo que quiere: que le demos de comer cuando él desea, que lo saquemos a pasear o que juguemos a lanzarle la pelota. Muchos caen en ceder para que la mascota deje de aullar. Sin embargo, expertos aconsejan no seguir las “órdenes” del perro para evitar que esta estrategia se intensifique.
Otro motivo se debe a la ansiedad de separación Es común escuchar gemidos y aullidos, como una reacción de tristeza, cuando el dueño sale de la casa, o cuando se encuentran encerrados por un largo periodo de tiempo. En estos casos, se aconseja preguntarles a los vecinos si escuchan al perro aullar en las horas que uno se encuentra ausente del hogar. Es un comportamiento que, siguiendo una serie de pasos, se puede evitar que siga sucediendo.
Por último, es habitual escucharlos también responder a sonidos con frecuencias que para los humanos es difícil oír. Los sonidos de las sirenas o si imitamos el sonido del aullido, inmediatamente los estimula a responder. Esto se puede deber, según expertos, a una variación de sonidos agudos y graves que sobresalen sobre el ruido cotidiano.
Como bien podemos ver, las formas que tienen los caninos para comunicarse a lo largo de los años, no ha variado. Y no es difícil entender el por qué lo hacen, sólo hay que estar atentos.
