Para motivar a tu perro al momento de educarlo, es esencial el uso de premios como refuerzo positivo. Comida o juguetes pueden usarse como recompensa.
Pero, es muy común que confundamos lo que es el premio o soborno para tu perro.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia está en la forma en que usas estas “herramientas”. Si le muestras la comida antes que haga un determinado ejercicio, es un “soborno”. Si sólo le entregas la comida cuando realiza la conducta deseada, es un premio.
Al momento de educar a tu perro, es aconsejable no mostrarle la comida antes de realizar un ejercicio (o sea, sobornarlo). Aun así, no confundas el soborno con la técnica del “luring”. Esta técnica consiste en poner la comida en tu mano (como señuelo) y mover la mano cerca del perro para que realice un movimiento, hasta lograr la postura que quieres enseñarle. Luego, quitas el señuelo y le das la comida como premio. No hay soborno aún cuando pueda ser sutil la diferencia.
La comida es un excelente premio, cada vez que quieras enseñarle algo nuevo a tu perro. Pero, no todos los premios deben ser iguales. Todo depende del grado de dificultad de la acción que quieres que haga. Mientras más difícil es el ejercicio que tiene que hacer, mejor será la recompensa.
Cuando tu perro ya haya aprendido, puedes comenzar a prescindir del premio y sólo reemplazándolo con un “muy bien” y acariciarlo.
Por último, cabe mencionar que debes calcular la ración diaria que le das a tu perro como premio durante la jornada. Esto para evitar una sobrealimentación y evitar, de esta forma, la obesidad.